martes, 9 de junio de 2015

Los muebles, su limpieza


Foto: micasasostenible

Cuando adquirimos un mueble antiguo, si no procede de un sitio que nos ofrece todas las garantías , hemos de hacer una inspección minuciosa para tratar de descubrir posible enfermedades o insectos. cualquiera que sea su aspecto hemos de practicar una limpieza más o menos completa, depende del estado en que se encuentre.
Esta limpieza debe hacerse lejos de los otros muebles, para evitar que los parásitos -en caso de que los hubiese- se instalen en otra madera o cortina antes de que sean eliminados totalmente; y lejos del fuego, por hacerse con materiales inflamables, ya que la primera limpieza es pasar un trapo mojado en aguarrás.
El aguarrás es un alimento para la madera, la nutre y la enriquecer, Sólo daña -si lo damos de una forma insistente- a algunos barnices y marqueterías.
A los muebles barnizados podemos darles trementina por la parte de dentro. El trapo debemos renovarlo cada vez que se ensucia y conviene frotar suave pero enérgicamente.
Las tallas se limpian frotando con un cepillo suave o un pincel (es buena para esta operación guardar las brochas limpias de pintar que ya están un poco gastadas).
El mueble frotado con aguarrás esta prácticamente limpio; si queda en algún sitio algo de mugre hallándose ahora la madera protegida por la trementina, podría lavarse suavemente con cuidado. 
El lavado puede hacerse con agua caliente y jabón aclarando bien y secando para que la madera          no coja humedad excesiva. Después se deja secar totalmente y se pasa nuevamente aguarrás.
Muchas veces, después de limpiar un mueble a fondo, presenta un aspecto indudablemente más limpio, pero mucho menos agradable, por eso conviene limpiar sin quitar toda la pátina.
Cuando tenemos el mueble limpio, ya está dispuesto para cualquier restauración que necesite: añadidos de piezas, cambio de alguna pata, tapar agujeros de carcoma, etc. Cuando está restaurado y hemos conseguido igualar el color procedemos al encerado o barnizado. El mueble recobrará su aspecto primitivo.


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