Foto: Katy Villanueva |
Primero cortamos los extremos del puerro (lo más extremo posible a la raíz aprovechando muy bien) y lo más extremo posible a la parte más verde (en la foto se ve muy bien). Hacemos un corte profundo a lo largo del puerro y lo ponemos debajo del grifo de agua, con fuerza, a fin de que arrastre toda la tierra. También se puede cortar en rodajas (sin hacer el corte a lo largo) y lavarlos en abundante agua fría. Si los quieres preparar para hacer al gratén sin duda tienes que hacer el corte a lo largo. Repetimos lo mismo con el resto del puerro: cortamos a lo largo y lavamos.
El color verde y más intenso (más externo) lo aprovechamos para el caldo (ayuda a recoger toda la grasa que se desprende de las carnes) y la parte interna lo aprovechamos como el resto del puerro para cocina a gusto; cremas, sofritos, crujientes, etc (en la foto es lo reservado en el bol).
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